La enfermedad oncológica, por su significado cultural y la importancia y gravedad de su diagnóstico es vivida, a pesar de los avances de la ciencia, como un acontecimiento traumático que impacta la vida del paciente y su familia.
La incidencia sobre los estados emocionales (dado que los pacientes oncológicos presentan más trastornos emocionales que en otras enfermedades somáticas) sumados a las características de personalidad, la capacidad de enfrentar problemas, los niveles de sostén, etc. van a incidir directa o indirectamente en su actitud ante el diagnóstico, tratamiento médico-oncológico y su posterior readaptación a la vida familiar, laboral y social.
Por todo ello se ha desarrollado una subespecialidad psicológica-psiquiátrica-oncológica, la pSICOONCOLOGÍA que se dedica al estudio, investigación y acompañamiento de las personas que enferman de cáncer, orientada especialmente a mejorar su calidad de vida.
Este acompañamiento terapéutico debe ser realizado por especialistas con formación de post-grado. Las intervenciones pueden ser preventivas, terapéuticas, individuales, familiares, grupales, psicoeducativas, etc.
Está suficiéntemente demostrado que un paciente que recibe ayuda terapeútica desarrolla un afrontamiento positivo que le permite realizar la travesía del tratamiento con más defensas psiquicas, afectivas y espirituales.